Cómo un actor y humorista mediocre consigue triunfar contra todo pronóstico

Se trata de un hecho real.

Se trata del cantante, humorista y actor Rudy Ray Moore en los años 70.

Tenía un gran empeño en querer triunfar en cualquier género, pero nadie apostaba por él. Le cerraban todas las puertas.

Empezó haciendo canciones que no enganchaban a la gente. Ni las emisoras locales ponían su música, y lo dejó aparcado.

Él quería hacer humor, chistes, monólogos, pero tampoco gustaba.

Tenía una idea muy clara. Quería triunfar.

Empezó a conocer vagabundos del lugar, los chistes que contaban entre ellos a él le hacían gracia. Los chistes eran muy chabacanos.

Reunía a los vagabundos para grabar sus chistes y les daba a cambio dinero, comida, alcohol…

Se aprendió los chistes y les dio su toque personal.

Él mismo se grabó su disco con sus chistes, pidiendo dinero prestado a su tía.

Lo promocionó como pudo, del boca a boca. Hacía que lo escuchara la gente, sí o sí, y empezó a tener éxito. Pero él quería más.

Fue al cine a ver una película con sus amigos. Era una película de humor que a él no le hacía gracia. Pero vio que la gente se reía.

A partir de ahí, él empezó a darle forma a una idea…

La fórmula del éxito es…

Si quieres ver cómo acaba esta historia puedes ver en Netflix la película, protagonizada por Eddie Murphy, «Dolemite Is My Name».

Recomiendo la historia de Rudy Ray Moore, un artista que interpretó el rol de un chulo de prostitutas muy conocido en la década de los 70, llamado Dolemite, y cómo un artista mediocre llegó a triunfar trabajando una idea.

Aviso al lector: esta película es para mayores de 16 años.

Mi opinión sobre esta película: Para que no te resulte aburrida al principio, hay que entender el contexto de la película, de cómo algo mediocre tiene un proceso hasta que triunfa. Este artículo está relacionado con otro escrito anteriormente, sobre la fórmula del éxito como consecuencia de la motivación intrínseca.