En la actualidad, cada vez escuchamos más personas decir que se sienten “infladas” o con malestar digestivo tras las comidas.
Detrás de estas sensaciones se esconde, en muchos casos, el consumo elevado de dietas proinflamatorias, caracterizadas por la ingesta frecuente de alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y grasas saturadas.
En el Centro ARPA en Granada, desde el área de nutrición y psicología, trabajamos para concienciar sobre los efectos negativos de estos hábitos alimentarios y acompañar a las personas en el camino hacia una alimentación más equilibrada y saludable.
¿Qué son las dietas proinflamatorias?
Las dietas proinflamatorias son aquellas que favorecen procesos inflamatorios internos, afectando a nuestro sistema digestivo, nervioso e inmunológico.
Están directamente relacionadas con el consumo excesivo de comida rápida, bollería industrial, bebidas azucaradas y ultraprocesados que, además de alterar la microbiota intestinal, contribuyen a una sensación constante de hinchazón abdominal y cansancio.
La inflamación crónica de bajo grado que producen estas dietas no siempre es visible de inmediato, pero puede derivar en problemas más serios como:
- Trastornos metabólicos (diabetes, obesidad).
- Patologías cardiovasculares.
- Alteraciones digestivas persistentes.
- Incremento del riesgo de ansiedad o depresión debido a la conexión intestino-cerebro.
Ultraprocesados y salud emocional
Los ultraprocesados no solo influyen en la salud física, también afectan al estado de ánimo. El consumo repetido de alimentos ricos en azúcares y aditivos produce picos de energía seguidos de bajones emocionales, que pueden generar irritabilidad, fatiga o falta de concentración.
En el Centro ARPA, abordamos este impacto desde un enfoque integral, combinando la nutrición clínica con el apoyo de la psicología, para ayudar a las personas a gestionar la relación entre alimentación, emociones y hábitos de vida.
Cómo reducir la inflamación desde la nutrición
Adoptar una alimentación antiinflamatoria no significa seguir dietas estrictas, sino aprender a elegir alimentos frescos y nutritivos que aporten beneficios a largo plazo. Algunas recomendaciones son:
- Incrementar el consumo de frutas, verduras y legumbres.
- Apostar por grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra, aguacate y frutos secos.
- Incluir pescados azules ricos en omega 3.
- Reducir progresivamente la presencia de azúcares, fritos y ultraprocesados en la dieta diaria.
El acompañamiento de un profesional en nutrición es clave para diseñar planes personalizados que se adapten a las necesidades de cada persona, evitando caer en dietas restrictivas o soluciones rápidas poco saludables.
Centro ARPA: bienestar desde la nutrición y la psicología
En Centro ARPA Granada ofrecemos un abordaje integral de la salud, uniendo la nutrición clínica y la psicología para trabajar no solo lo que comemos, sino también la forma en que nos relacionamos con la comida.
Si sientes que tu alimentación te genera inflamación, cansancio o malestar emocional, podemos ayudarte a recuperar el equilibrio digestivo y emocional a través de un plan adaptado a ti.
Cuidar lo que comes es también cuidar tu bienestar emocional.