La revista médica independiente francesa, Prescrire, ha publicado una actualización en su listado de medicamentos a evitar para una mejor atención. El informe tiene como objetivo analizar los medicamentos que considera más peligrosos que útiles, con el fin de ayudar a elegir una atención de calidad que no dañe a los pacientes.
Los medicamentos que se deben evitar son aquellos con una relación beneficio-riesgo desfavorable y deben excluirse de la atención en todas las situaciones clínicas en las que están autorizados, tanto en Francia como en la Unión Europea.
La revisión y evaluación de la relación beneficio-riesgo se basa en una metodología rigurosa que incluye investigación documental metódica y reproductible, resultados basados en criterios de eficacia, priorización de datos según su nivel de evidencia, comparación con un posible tratamiento de referencia, así como datos de efectos adversos conocidos, previsibles e inciertos.
En el momento de la autorización de comercialización, aún persisten muchas incertidumbres. Es posible que algunos efectos indeseables raros pero graves no se hayan detectado durante los ensayos y solo se detecten después de varios años de uso por parte de un gran número de pacientes.
Entre los medicamentos autorizados para su comercialización en Francia y en la Unión Europea que han sido analizados por Prescrire desde 2010 hasta 2023, 105 están incluidos en esta nueva revisión (88 de ellos se comercializan en Francia), por considerar que tienen una relación beneficio-riesgo desfavorable en todas las situaciones clínicas en las que están autorizados y que deben excluirse de la asistencia sanitaria.
Incluso en caso de enfermedad grave, no está justificado exponer a los pacientes a efectos adversos graves cuando no se ha demostrado la eficacia clínica. Hay otras opciones con mejor equilibrio riesgo-beneficio que estos fármacos, siendo la opción más prudente en algunas situaciones, la de no recurrir a la medicación.
Prescrire publica su listado de medicamentos, agrupados por área terapéutica. En el ámbito de la Psiquiatría, el informe destaca que algunos fármacos autorizados en el tratamiento de la depresión exponen a riesgos más graves, sin tener mayor eficacia. Los medicamentos para la depresión son generalmente de eficacia modesta, a menudo de inicio lento.
La agomelatina, cuya eficacia no ha sido demostrada más allá de la de un placebo, expone a los pacientes a hepatitis y pancreatitis, intento de suicidio y ataques agresivos, rabdomiólisis y lesiones cutáneas graves. Citalopram y escitalopram, los llamados antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), exponen a los pacientes a una mayor prolongación del intervalo QT del electrocardiograma, torsiones de puntas y muerte súbita en comparación con otros antidepresivos ISRS, así como sobredosis con consecuencias más graves. Duloxetina, milnacipran y venlafaxina, inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, también exponen a las personas a riesgos significativos.
Existen otras alternativas terapéuticas que pueden prescribirse o derivar a psicología clínica, antes de poner en riesgo la salud aún más del paciente. Desde el Colegio Oficial de Psicólogos seguimos reivindicando el papel del psicólogo en la atención sanitaria pública. En la privada, la atención sanitaria es de mayor calidad que en la pública.
Sólo en los tiempos para dar cita, en la privada hay más disponibilidad. Esperamos y deseamos que todo el mundo que necesite atención psicológica pueda tener acceso a una atención de #calidad. Desde el #Centro #ARPA podemos darte cita antes de 10 días, si no hay festivos. Y en ocasiones, podemos dar cita en la misma semana, ya que nuestros pacientes están concienciados y si no pueden venir, nos avisan para cancelar su cita, con lo que queda un hueco que usamos para atender a las personas que más lo necesiten. A veces, con urgencia.