TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, pautas para padres
Los niños y las niñas con TDAH puede beneficiarse de un apoyo que aborde las siguientes áreas de conducta:
- Habilidades sociales con los compañeros.
- Resolución de problemas.
- Habilidades de escucha activa y expresión de los sentimientos.
Apoyar el desarrollo de habilidades es una estrategia a más largo plazo que aborda una de las preocupaciones relacionadas con la medicación: puesto que los “beneficios” de la medicación se detienen tan pronto como la persona deja de tomarla.
Para ayudar a desarrollar habilidades en estas áreas, la guía recomienda la terapia cognitivo-conductual.
Trabajamos contigo para orientarte con la conducta infantil de tus hijos utilizando técnicas cognitivo-conductuales y el análisis funcional de conducta, para ayudar a detectar a qué responden los condicionamientos de la conducta.
En este punto es muy importante tener en cuenta las habilidades sociales del menor, rasgo y la relación con sus iguales.
Rasgos como la timidez, introversión, o la falta de habilidades para gestionar situaciones pueden estar detrás de problemas sociales. A esto hay que añadir que cada niño es un mundo, y tiene su propio ritmo y velocidad para adquirir ciertas habilidades y conductas.
Trabajamos la adaptación escolar e integración social de tus hijos.
Desde Centro ARPA, apoyamos a tus hijos dotándoles de herramientas, recursos y conocimientos adaptados a cada niño según su edad y/o condiciones para que desarrollen las habilidades sociales óptimas para una buena adaptación social. Procuramos estar en la actualidad científica para abordar los distintos problemas en esta etapa. Nuestra labor sigue los criterios científicos de las principales guías clínicas.
¿Cómo abordar los trastornos del desarrollo?
La intervención será dirigida por un profesional experto en conducta para ayudar a resolver situaciones cotidianas de la vida familiar o académica.
Se observan las interacciones de los padres con los hijos y se realiza un seguimiento.
Primero se evalúa y después se dan las pautas de intervención para el cambio conductual.
Pautas para padres de hijos con TDAH
- Establecer una rutina diaria y una estructura que le dé al niño seguridad y previsibilidad. Por ejemplo, tener horarios fijos para levantarse, comer, hacer los deberes, jugar y acostarse.
- Fijar normas claras y sencillas que el niño pueda entender y cumplir. Por ejemplo, no pegar, no gritar, recoger los juguetes, etc. Es importante explicarle al niño las consecuencias de cumplir o no las normas, y ser consistentes en su aplicación.
- Reforzar el buen comportamiento del niño con atención positiva, elogios y recompensas. Por ejemplo, decirle “qué bien has hecho los deberes”, “me gusta cómo has compartido tus juguetes”, “te voy a dar un abrazo por haberme ayudado”. También se le puede premiar con algo que le guste, como un tiempo extra de juego, un dulce o una pegatina.
- Ignorar el mal comportamiento del niño siempre que sea posible, y no entrar en discusiones o peleas con él. Por ejemplo, si el niño hace una rabieta porque no quiere hacer algo, no gritarle ni castigarle, sino dejarle que se calme solo y luego hablar con él con tranquilidad.
- Enseñar al niño a controlar sus emociones y a expresarlas de forma adecuada. Por ejemplo, ayudarle a identificar lo que siente, a ponerle nombre y a buscar soluciones. También se le puede enseñar a respirar profundamente, a contar hasta diez o a usar palabras positivas cuando se sienta enfadado o frustrado.
- Buscar apoyo profesional si se considera necesario. Un psicólogo puede evaluar al niño, diagnosticar el TDAH y ofrecer un tratamiento adecuado, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, entrenamiento en habilidades sociales y medicación estimulante. También puede orientar a los padres sobre cómo tratar al niño con TDAH y mejorar su calidad de vida.